SIEMPRE QUE he tenido salud, la primera consecuencia es que elijo estar sola; pero si enfermo también me abandono a la soledad.

Cuando voy ganando me premio con la soledad y cuando voy perdiendo me castigo con la soledad. Cuando amo estoy sola y cuando odio estoy sola. A nadie tengo al lado cuando soy feliz y a nadie cuando no lo soy.

Ella es la innegociable, la irreversible, la que no me abandona. La que nunca se irá con otros. La que nunca me va a fallar.